Por Su-Nui Escobar, MS, RDN

No hay duda: ingerir azúcar puede hacernos sentir felices de la misma forma que en el centro de recompensa del cerebro se estimula al consumir cocaína u opiáceos. No es sorprendente que, ahora, tengamos investigaciones que muestren las propiedades adictivas de azúcar. Por ejemplo, en un estudio realizado en el Connecticut College, se le suministró azúcar a un grupo de ratas y, a otro grupo separado, se le administró cocaína y la morfina. Las ratas de los dos grupos mostraron un comportamiento similar con ambas sustancias.

Cuando ingerimos azúcar, se libera una poderosa sustancia en nuestro cerebro que nos hace sentir muy bien. Por otra parte, a medida que condicionamos nuestro cerebro a consumir azúcar, aumenta nuestra tolerancia y necesitamos más para obtener el mismo efecto. De hecho, nuestro cerebro aprende a liberar parte de dicha sustancia como anticipación al consumo de azúcar, lo que se traduce en un anormal comportamientos ansioso, por lo que no sólo necesitan más azúcar, sino también es mucho más difícil de controlar nuestros deseos en la medida en que consumimos más. Además, algunos investigadores han encontrado que la abstención de azúcar induce un desequilibrio en nuestro cuerpo similar a la producida por los opiáceos. Así, la próxima vez que sienta una fuerte necesidad de ingerir azúcar, no le echarle la culpa a su falta de fuerza de voluntad, y trate de probar diferentes métodos para reducir esa ansiedad. Desde la década de 1950 nuestro consumo de azúcar se ha disparado y, ahora, representa alrededor de un 13% del total de calorías. Muchos de los azúcares añadidos provienen de las bebidas azucaradas, especialmente entre los niños y adolescentes. Según el USDA, ¡nuestro consumo de refrescos aumentó un 500% en los últimos 50 años! También el azúcar se encuentra ahora en la mayoría de alimentos procesados que consumimos, por lo que es fácil de ingerir una significativa cantidad de más azúcar de lo que creemos. Bueno, ya conocemos la cantidad de azúcar que la persona promedio consume y por qué es tan adictivo, por lo que vamos a hablar sobre cómo reducir nuestro consumo.

Consejos para reducir el consumo de azúcar:

Hay varios métodos para ayudarle a reducir el consumo de azúcar. Elija el que mejor sea para usted y no tenga miedo de probarlos todos hasta que encuentre el que funcione mejor para usted.

• Evite las bebidas azucaradas.- Eliminando refrescos y bebidas energéticas, se puede ahorrar un promedio de 236 calorías por día para los adultos y 179 calorías para los niños.

• Combine el azúcar con alimentos saludables.- Por ejemplo, en lugar de una barra de chocolate, coma rodajas de manzanas con un toque de nutela. La fibra de la manzana le hará sentirse lleno más rápido y la cantidad de dulces que consume disminuirá significativamente.

• Aprenda a cocinar o hacer postres naturalmente bajos en azúcar.- Utilice postres a base de fruta en lugar de los de azúcar y harina. Me encanta cocinar melocotones al horno. Muchas veces, ni siquiera necesitan azúcar para obtener un gusto genial. Aunque, las frutas contienen azúcar natural, la cantidad es mucho menor. También, las frutas se pueden combinar con yogur natural y un solo un toque de miel.

• Cocine calidad sobre cantidad.- Si realmente necesita azúcar, elija un dulce fantástico y manténgalo pequeño. Por ejemplo comer un mostachón en lugar de una gran barra de chocolate.

• Conviértalo en una experiencia.- Si decide comer dulces, no se apresure. Cómalo lentamente, evite distracciones y disfrútelo. Puede sorprenderse en cómo una pequeña porción satisface su ansiedad.

• Practique la abstinencia.- Póngase el reto de una dieta sin azúcar de 30, 60 o 90 días. Los deseos tienden a disminuir con el tiempo y usted se dará cuenta de que, al final del desafío, su gusto va a cambiar y que necesitará menos azúcar para satisfacer su ansiedad.